Ya casi, casi me estaba acostumbrando
a que jugaras con mis emociones,
y con la play,
y con la play,
a quererte de a poquito por día,
y no llenarte los oídos con sentimientos,
los cuales tu llamabas cursilerias.
Ya me dolía casi un poquito menos
cuando te ibas y sobre todo cuando regresabas.
Algo paso en ese espacio entre casi y casi,
no sé bien que,
no sé si fui yo, o tu, o el clima.
pero estar contigo nunca fue tan bonito
y a veces me asusta eso.
Creo que no me estoy explicando bien.
Me estoy refiriendo al echo
de que eres el único y el preferido
y estoy tan estúpidamente apasionada por ti
que para algunos es envidiable.
En verdad no quiero que esto cambie,
quiero seguir saboreando
las frases de amor y de futuro que salen de tus labios,
tus divinos labios.
Pero ahora me gustaría tanto no saber de filosofía
porque bien decía Heraclito que todo cambia y fluye.
y si va a cambiar esto
que sea para amarnos más,
en cantidades alarmantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario