Estaba sentada en un banco
en medio de algún parque, de algún país
divisando algunos tulipanes blancos,
y lamentándome el echo de
dejarte ir por mis estúpidas actitudes.
Estuve pensando
que durante muchísimos años
(como si hubiera vivido tantos)
lo único que quería en la vida,
y que creía que necesitaba,
era una persona como tu.
Después de muchos conflictos externos,
internos e imaginarios.
te encontré,
te busque,
te llore,
te luche
y ahora que te tengo
Lo estoy haciendo mal.
Pero mi madre me hizo tan bien
en no regalarme un reloj de mano,
porque así entendí que nunca es tarde.
No se puede seguir corriendo
hay cosas, personas, que no se pueden dejar pasar.