Sigo esperando,
aunque me jure que nunca más lo haría por nadie, ni nada;
todas las mañanas, sobre el vidrio que da a la calle que apesta a sueños rotos, espero.
camino despacio,
asomada en el balcón,
tras la puerta,
los domingos,
en la silla,
afuera
te espero.
Pero dije "ya no más", y cerré la ventana.
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