Todo lo que alguna vez pareció ser la cura
hoy me intoxica.
Sin saber que busco, juro encontrarlo,
y no entiendo como pretendo solucionar conflictos emocionales ajenos,
cuando lo único que tengo adentro,
es la batalla de los mil días.
Es un ciclo interminable de fuertes decisiones contradiciéndose,
de insomnio y somnolencia
que terminan en un desinterés absurdo
por mi, y por todo lo que alguna vez ame.
En una búsqueda interminable por mi destino,
tal vez empiece a pensar
que mi destino es buscar.
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